Bariloche es un destino de cuatro estaciones, lo que la convierte en un lugar atractivo durante todo el año. En invierno, es el principal centro de esquí de Argentina gracias al Cerro Catedral, uno de los complejos más grandes y modernos de Sudamérica, que atrae a esquiadores y snowboarders de todo el mundo. Además, la temporada invernal ofrece experiencias como paseos en trineo, caminatas con raquetas de nieve y la posibilidad de disfrutar de un paisaje nevado que. Durante el verano y la primavera, Bariloche se transforma en un paraíso para los amantes del senderismo, ciclismo de montaña, pesca y deportes acuáticos. Sus numerosos lagos, como el Nahuel Huapi y el Mascardi, son perfectos para navegar en kayak, practicar windsurf o simplemente relajarse en sus playas de agua fresca y cristalina.

La arquitectura alpina de Bariloche, con sus edificios de madera y piedra, le da a la ciudad un aire europeo que se ve reforzado por su famosa tradición chocolatera. Las chocolaterías de Bariloche son una parada obligada para los visitantes, que pueden deleitarse con una amplia variedad de chocolates artesanales, bombones y otras delicias. Esta herencia europea también se refleja en su gastronomía, con influencias de la cocina suiza y alemana que se combinan con los ingredientes locales de la Patagonia, como el cordero, la trucha y los frutos rojos.